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EL CUIDADO DEL SUEÑO: ESENCIAL PARA MAYORES Y PEQUEÑOS
- febrero 9, 2025
- Publicado por: jluengo12@gmail.com
- Categoría: Uncategorized
Proteger el descanso de los menores es fundamental, ya que dormir mal puede tener consecuencias directas en su bienestar. En los últimos años, el sueño se ha consolidado como el tercer pilar fundamental de la salud, junto con la alimentación y el ejercicio físico. Las consecuencias de la falta de sueño afectan directamente la salud inmune, así como el desarrollo físico y cerebral, según estudios recientes.
Cuando hablamos de trastornos del sueño, a menudo pensamos que solo los adultos se ven afectados, pero esto no es cierto. La falta de sueño también tiene “efectos secundarios” en edades tempranas. En la sociedad actual, los horarios que manejamos en los hogares son cada vez más complicados. En una etapa de la vida, como la adolescencia, donde biológicamente se tiende a acostarse y levantarse más tarde, se suman horarios de cena tardíos debido a tareas extraescolares y actividades que llenan las agendas hasta altas horas. Por ello, es responsabilidad de los adultos facilitar que los menores tengan horarios adecuados de descanso.
EL COLECHO PROLONGADO: ¿BENEFICIOSO O PERJUDICIAL?
Otro tema que ha cobrado relevancia en relación al sueño es el colecho. ¿Hasta qué punto es beneficioso que los más pequeños duerman con sus progenitores? ¿Existen tiempos límites recomendados? Según pediatras y diferentes expertos, el colecho durante los primeros meses de vida se considera beneficioso, ya que favorece el desarrollo cerebral, tranquiliza al bebé y fortalece los vínculos emocionales.
Sin embargo, hay distintas posturas sobre el colecho una vez pasado cierto tiempo. Algunos profesionales aconsejan continuar con esta práctica, mientras que otros insisten en establecer límites para preservar la independencia del niño. Actualmente, no hay un consenso claro sobre el tema, pero es común que a partir de los 5 años, según afirman los expertos, los niños y niñas comiencen a buscar su propio espacio.
Es importante tener en cuenta que si los más pequeños ya están desarrollando actividades por sí mismos, son autónomos, comen y juegan solos, pero aún necesitan dormir con sus padres, es momento de reconsiderar esos hábitos. El descanso es fundamental en la vida de un menor, y buscar el consuelo de sus padres para dormir, por inseguridad, podría limitar su capacidad para desarrollar su propia autonomía, perjudicando así su camino hacia la madurez.