Blog
La importancia de los límites
- abril 13, 2025
- Publicado por: jluengo12@gmail.com
- Categoría: Uncategorized
La firmeza, la flexibilidad, la autoridad y la empatía son las reglas de oro para comenzar a poner normas. Darle este punto de vista a la manera de poner límites, hace que los más pequeños se vean protegidos, y se fomente la confianza y el respeto entre adultos y niños.
En primer lugar, para marcar límites debemos comprender la importancia de estos.
Debemos ver los límites como una oportunidad de aprendizaje y no como una situación de conflicto. Estos dan seguridad y son necesarios para hacer ver a los más pequeños que socialmente hay que atender a las reglas y adaptarse a diferentes contextos.
Y para esto, la tranquilidad es el factor clave.
El no es importante. Los niños y niñas necesitan saber dónde están los límites y conocer las reglas. Estos límites deben ser aplicados en el tiempo, de manera constante, reglas claras y concisas, que no creen confusión.
Los límites no son castigos y esto ha de entenderse porque es importante reconocer positivamente esas actuaciones correctas. Reforzar la buena conducta y elogiar el buen comportamiento.
¿Y qué ocurre con los castigos? Estos nos sirven para reducir la frecuencia, la intensidad y la duración de una conducta. El manejo de la frustración como parte del proceso o la oportunidad para que el niño o niña reflexione sobre esa conducta no adecuada es una oportunidad de aprendizaje. Y es aquí donde la constancia cobra protagonismo. Es importante hacerle entender a los más pequeños esa relación directa entre el comportamiento y la consecuencia, al igual que esa conducta debe ser reforzada cuando se haga correctamente, para que se mantenga y se repita en el tiempo.
El diálogo y la escucha son también parte del proceso de aprendizaje y de la generación de esa relación de respeto mutuo. Y la coherencia juega un papel esencial aquí también. Los padres son modelos de comportamiento para los hijos y es importante que la coherencia reine en todo ello. Si las reglas no son para todos las mismas, es difícil que los más pequeños de la casa las apliquen y aprendan a respetarlas.
En resumen, poner límites es una de las prácticas más importantes de la crianza y para ello la seguridad, la responsabilidad y la constancia son las claves para los mejores resultados.